Cada quien por su lado

CAPITULO 7

-Entonces...-

-Entonces Marilyne le daré una oportunidad a Richard. Aunque no creo que funcione.-

-¿Por qué lo dices? Si son compatibles.-

-A partir de mañana no seremos compatibles. Haré todo lo que Richard odia.-

-¿Richard odia algo?-

-Sí, a las chicas como Mathilde.-

Sólo espero que funcione mi plan.

*Al día siguiente*

*biiiiip biippp*

Maldito teléfono  siempre interrupiendo mi sueño.

-Hm ¿diga?-

-¿Te has quedado dormida cierto?-

Cuando he mirado la hora ya eran las 14.30 vaya, había hablado demasiado ayer con Marilyne.

-Mm no, es que me estaba lavando los dientes.-

-No mientas, apresúrate que te espero.-

-Está bien.-

Me aliste y salí lo más rápido posible.  Aunque Richi odia la impuntualidad, bueno, creo que tardaré un poco más.

Decidimos encontrarnos en el mercado, desde ahí todo sería una “sorpresa”.

-¡Richi! Hola, lo lamento tanto por la tardanza he sido una imbécil que descuido la hora.-

-No importa Mei, ven sígueme.- Quiso tomar mi mano pero yo lo sujete del brazo, sí, también odia eso.

Su cara ya tenía un poco de frustración. Genial.

Llegamos a un café, era muy lindo por dentro.

-Buenas tardes, acá le dejamos el menú.-

-Gracias.- dijimos ambos.

-Hey Richi estas muy calladito hoy.-

-No estoy callado estoy leyendo la carta rebelde.-

Rayos.

-¿Y eso requiere de tanta concentración?-

-No te pases de lista rebelde.-

-Bien ¿ya decidieron que pedir?- El mozo.

-Yo sí,  deme unos tostados de jamón y salame con un té.-

-¿Esto es lo único que tienen?-

Al decir eso la cara de Richard fue mortal.

-Sí, señorita es lo único que tenemos.-

-Está bien, entonces quiero un café con los mismos tostados.-

-En 20 minutos les traigo su orden.-

-Gracias...-

-¿Por qué dijiste eso?-

-Quizás tenían un menú especial y no estaba en la carta.-

-No seas tonta Mei  y compórtate.-

-¿Ahora no puedo hacer preguntas?-

-Joder, ¿Qué te pasa Mei?- Bien, ya se había enojado.

-...-

-Te vienes comportando así desde que me saludaste.-

-No me ocurre nada.-

Estuvimos en silencio unos 10 minutos hasta que nos trajeran la orden. Richard no me quitaba la vista pero yo tampoco, es la guerra.

Como verán el resto del tiempo fue en total silencio, hasta que se me ocurrió hacer algo. Quite un pedaso de mi sandwich y empecé a darle como si fuese un bebé.

-¿Qué haces?-

-Te alimento. ¿No es así como lo hacen los enamorados?-

-Entonces si estas enamorada de mi.- Mierda.

-N-n-no.- me sonroje.

Él en cambio sólo sonrió.

Terminamos de merendar y nos fuimos.

Cuando estábamos saliendo, vimos a Billy y a Jared que se acercaban a nosotros, lo cual es raro nuca están juntos.

-Entonces Jared los rumores eran cierto. Mi mejor amigo saliendo con mi ex novia, a la cual quiero recuperar, grandioso amigo tengo.-

Por supuesto que era sarcasmo.

-Mira Billy ya hablamos esto, no te hagas el tonto.-

-¿Hacerme el tonto? ¿Tú piensas que te la voy a dejar así como así?-

-Billy para. Lo nuestro termino, y no de la mejor manera, así que vete, por favor.-

-Mei tú te vienes conmigo.- En ese momento Billy quiso sujetarme del brazo y esta vez solté el brazo de  Richard para tomar su mano con gran fuerza.

-No quiero ir contigo vete.- Richard se puso en el medio y me llevo detrás de él.

-Vete Billy.-

-Ya arreglaremos esto.-

Se fueron.  Nos dirigimos a una banca y nos sentamos:

-¿Estás bien?-

Me sentía mal, por haber fastidiado nuestra primera cita. Pobre Richard merece una disculpa.

-Lo siento. Arruine todo por ser una imbécil. De verdad lo siento Richard y si hay otra espero que sea mejor que esta.-

-Claro rebelde.- Lo abracé, era lindo estar con él, es reconfortante. Me gusta.